Parece que las palabras de Villas-Boas de ayer dieron paz al culebrón Bale, por fin unas palabras de esperanza para Gareth que dan credibilidad al fichaje del galés por el Real Madrid. Apurando hasta el ultimo día, Bale se siente como una marioneta en manos de Levy y de ahí su frustración, el galés a estas alturas pensaba que ya vestiría de blanco, pero no conocía bien a su presidente. Bale se ve en tierra de nadie, con las ligas ya entrando en sus terceras jornadas y su futuro en diferentes tonos blancos.
Hablo Coleman su seleccionador, pidiendo que se resolviera el futuro de su estrella, ya que era una situación muy difícil de llevar psicológicamente. Pero este es el precio que Bale tendrá que pagar con Levy por querer coger ese tren que dicen que solo pasa una vez en la vida.
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